martes, 18 de junio de 2013

El gigante se despertó

Brasil vive un clima de inmensa euforia… pero no por el fútbol - ¿¡Cómo!? - Sí, sorprendentemente los brasileños apagaron sus televisores y sus radios y salieron a la calle a protestar. Exactamente, la gente se cansó de pagar caro, de la falta de inversión en educación y salud, de la burocracia, de la pobreza, de la violencia y de la inseguridad, todo esto fruto de la corrupción de la cual unos pocos se enriquecen mientras el pueblo sufre y es alimentado con 'circo'.

Parece una sátira contada por George Orwell, el gran profeta, quien predijo el desenlace de la Unión Soviética y pronosticó la creación y manipulación del ‘Gran Hermano’. Hoy en día su obra Rebelión en la granja asume un alto protagonismo. El pueblo se rebela contra sus gobernantes corruptos (los ‘cerdos’) quienes con sus ejércitos protectores (los ‘perros’) arremeten contra su propio pueblo. Es sorprendente cómo esta fábula hace tanto sentido, pero cuando es traída a la realidad de nuestros países no lo sea.

Es interesante analizar los acontecimientos que están ocurriendo en este momento aquí en Brasil. Es sorprendente como en el país del fútbol, en el momento en que comienza uno de los eventos más importantes de este deporte, la Copa de las Confederaciones, el país no está pendiente del resultado dentro de la cancha sino fuera de ella.

Me parece que la sociedad mundial está viviendo, al mejor estilo kafkiano, una Metamorfosis. En grande parte debido a las telecomunicaciones (internet) y la globalización de la información. La sociedad mundial está vivenciando un momento sin precedentes; en los últimos años asistimos la llamada ‘Primavera Árabe’: protestas y revueltas en los países del norte de África y en los países Árabes. Países como Túnez, Egipto, Libia y más recientemente Siria levantaron su voz de protesta contra sus gobiernos opresores. Aún más recientemente presenciamos una fuerte revuelta del pueblo de Turquía contra su autoritario primer-ministro. Ahora ‘el gigante se despertó’ y los brasileños salen a la rua para pedirle cuentas a sus gobernantes. 

'¿Carnaval? No. ¡Transformando Brasil!' (imagen tomada de Sociedade Racionalista)

Las protestas son protagonizadas en su mayoría por jóvenes, qué son la sociedad más conectada al internet y seguramente independiente de la televisión controlada y alienada. La mayoría de ellos, tal vez, clase media y alta que tuvo acceso a educación, y hoy en día con más acceso a la información. De cualquier manera, el sentimiento de protesta es tan fuerte que su onda repercute ya en la mayoría de las ciudades y hogares del país. La televisión (privada) muestra sólo el vandalismo perpetrado por un pequeño porcentaje de manifestantes que abren la brecha para que los uniformados hagan uso de sus armas contra su propio pueblo, sus propios irmãos.

Espero que estos movimientos repercutan en las altas ‘estratosferas’ del poder, donde los cambios acontecen, pero sin resultados de violencia. Qué la voz del pueblo retumbe en la cabeza de los políticos de turno para que ahora estos piensen dos veces antes de robar del sagrado dinero público. Y qué estas ondas de inconformismo se extiendan a lugares donde la corrupción es considerada deporte oficial y donde la vida ya no vale ni cinco pesos.