martes, 2 de noviembre de 2010

El Sol

Después de un fin de semana de playa, y motivado por el documental de la BBC, Wonders of the Solar System (sugerencia de mi amigo mozambiqueño Marco), reflexioné sobre la importancia de nuestro magnífico astro, el Sol, la estrella más cercana a nuestro planeta.
 
Con un diámetro de 1'392.000 km y una masa de 2 x 1030 kg (dos billones de trillones de kilogramos), aproximadamente 330.000 veces la masa de nuestro planeta, que corresponde con el 99 % de la masa del sistema Solar, el Sol es un gran reactor nuclear donde átomos de hidrógeno se transforman en átomos de helio liberando energía.


Irónicamente, el ‘nacimiento’ del Sol se debe a la baja temperatura en que se encontraba la materia (-263 °C) hace más de 5.000 millones de años, y claro, a la ley de la gravedad, que juntó los átomos para formar lo que llamamos Sol y que hoy se encuentra en la mitad de su vida, con una temperatura en la superfície de 6.000 °C y en la corona de 5'000.000 °C.

No me extraña que el Sol haya sido uno de los 'dioses' más venerados en las culturas terrestres. Y es claro,  él nos acompaña, nos ilumina y nos alegra todos los días de nuestras vidas. Es la principal fuente de luz y de calor en la Tierra. Gracias a los rayos del Sol, las hojas de los arboles hacen fotosíntesis, siendo que esta es la base de la cadena alimenticia. Y por lo tanto podemos considerar el Sol como la fuente de vida.

Todos los eventos climáticos en la Tierra son regidos por la intensidad de rayos solares que recibe en su superficie. Gracias al Sol el agua pasa del océano Pacífico, sobrevuela la cordillera de los Andes, y corre por los ríos hasta llegar nuevamente al océano Atlántico.


Los fenómenos astronómicos más interesantes que ha visto nuestra humanidad son los del Sol, tales como los eclipses y las auroras boreales. Sin contar con los maravillosos amaneceres y los románticos atardeceres que nos ofrece cada día. 




Basta con que las montañas y las nubes sobre nuestros hombros le abran paso a los rayos solares para que tengamos la felicidad de vivir un día más de vida o para que nuestro estado de animo cambie.

Y es que los egipcios, los griegos, los chibchas y muchas otras culturas no estaban equivocadas al venerar y personificar al ‘dios Sol’, quien vencía las tinieblas y traía los alimentos para su gente. Aún conservamos un día en la semana para él, Sunday. Las festividades judeocristianas están determinadas por los eventos astronómicos debidos a la posición de la Tierra con respecto al Sol (Zeitgeist parte I).

La posición geográfica de las civilizaciones terrestres esta condicionada por la forma en que los rayos del Sol inciden en su superficie también. En promedio las personas más cálidas son las que viven cerca de la línea del Ecuador donde los rayos solares inciden con mayor intensidad. Esto le brinda una posición más cómoda a los seres vivientes, ya sea plantas, animales o humanos evitando, quizás, una mejor organización social y desarrollo de herramientas, debido a la facilidad con que encuentran sus alimentos y se mantienen vivos. Entre más nos alejamos de la línea del Ecuador, es decir entre menos rayos de sol caen en promedio al año, las dificultades para sobrevivir aumentan y, por lo tanto, es necesario un mayor grado de organización y desarrollo. Es una realidad que no podemos evitar. Claro que no es la única regla que rige, pero es un factor que influencia bastante en el comportamiento y características de la vida terrestre. 

Aunque vive en el ‘cielo’ no nos pide que lo adoremos, cuando disfrutamos de su energía en un día de playa o durante un paseo no nos pide nada a cambio. El Sol es mi estrella favorita, y soy feliz cada vez que lo veo. Toda la energía que utilizamos viene originalmente del Sol, sea de los ríos o del petróleo, en algún momento esos átomos captaron la energía que les entregó el Sol. Y claro, el Sol también obtuvo esta energía de átomos que estaban dispersos en el Universo previamente, pero que gracias a la gravedad y las reacciones químicas generan hoy un lindo y caliente día de cielo azul y sol en mi querida isla brasilera.

Ya pensó en la energía necesaria para evaporar una ‘ollada’ de agua? Ahora piense en la energía necesaria para generar una tarde de lluvia. 


Úselo con moderación!